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Obra literaria de Ramon y Cajal

Experiencia

La histología y la microbiología son probablemente los dos tipos de investigaciones que mejor muestran el doble condicionamiento -la curiosidad y la complacencia- del instinto creativo, ya que ciertamente hay pocos investigadores afines en estos campos. A la altura del trabajo para una experiencia continuamente inigualable. Sentimiento. Incorporando lo desconocido a lo conocido, ya que no suelen encontrar satisfacción estética en la moral, en obras de arte en las que las diversas formaciones celulares, neuronas, bacterias microscópicas y cantidad de microorganismos están sujetas a su aguda visión microscópica.

 Por eso el Origen de las especies (1859) a partir de las observaciones realizadas por Darwin en su viaje alrededor del mundo en el Beagle dos décadas antes, la teoría celular, desarrollada primero por T. Schwann (1839) y perfeccionada luego por R. Virchow (1858) y el descubrimiento de las leyes de la herencia por T. Mendel (1865).

En sus Reglas y Consejos sobre Investigación Científica afirma que la construcción científica “se eleva a menudo sobre las ruinas de teorías que pasan por indestructibles” y que “no hay cuestiones agotadas, sino hombres agotados”, antes de hacer suyas dos frases, una de Saint Hilaire: “Delante de nosotros está siempre el infinito”, y la otra, de Carnoy: “la Ciencia se crea, pero nunca está creada. 

Este “estilo científico” llevado a la literatura era novedoso en su tiempo y fue subrayado por Marañón, quien aparte de la categoría pedagógica y estética, resalta la “limpidez y concisión” del Cajal escritor: “ninguna retórica supera en atractivo y gracia a la claridad”.

Foto de Santiago Ramón y Cajal
personajeshistoricos.com (Public Domain)

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